Buenos días,
desde Lalín (Comarca del Deza) estamos llevando a cabo diversas acciones para potenciar el territorio como por ejemplo; un programa de apoyo al emprendimento en el rural que comenzará en octubre.
Veo cada vez más iniciativas de este tipo, lo cual es una buena noticia. Con todo, en el horizonte se dibujan pequeños nubarrones: es lo rural la última moda, lo más cool del momento? Una nueva burbuja? Me imagino que con el tiempo, pasado este boom, quedaran las iniciativas que realmente apuestan por el desarrollo rural como un pilar transversal, estratégico y adaptado al territorio y sus gentes.
Otra cuestión a la que llevo dándole vueltas es como contribuir a que sean las propias gentes del rural (dicho así parece un colectivo homogéneo y nada más lejos de la realidad) las que se valoricen y autovaloricen, las que demanden servicios y propongan soluciones, más allá del discurso "políticamente correcto en este momento". Si bien es cierto que algo está despertando, que hay iniciativas sigo percibiendo (o por lo menos en mi zona) parálisis y es importante llegar y ayudar a despertar a esas personas, colectivos que siguen quedando al margen. Como hacerlo?, esa es la pregunta para la que aún no he encontrado respuesta, entre otras cosas, porque no hay una única respuesta.
Además, desde la administración, implica un cambio importante en sus procedimientos, de ser ágiles a la hora de adaptarse a lo que la realidad dice y demanda, dejando a un lado ideas preconcebidas producto de la necesidad de "alcanzar" unos resultados determinados, previamente imaginados.
Hola @Eliana , este debate me ha llegado en este último mes desde diversos ámbitos. Es verdad que hay un interés reciente por lo "rural", gente que no lo había pensado y ahora se plantea "escapar" de la ciudad al pueblo, pero también es verdad que es un movimiento que genera desconfianza desde algunos pueblos. ¿Y si llega nueva gente y altera las comunidades y el ritmo natural de vida en los pueblos? ¿Y si se trata sólo de un espejismo e igual que llegan se van, sin aportar nada por el camino?
Particularmente pienso que hay que intentar aprovechar la tendencia, pero sólo será una tendencia útil si se trabaja en dos direcciones: por ejemplo por un lado con la gente que quiere trasladarse al medio rural para que no vengan rodeados de falsas expectativas "bucólicas", sino conociendo bien su entorno y las circunstancias que les rodea, así como lo que pueden aportar a la comunidad. Y por otro lado, desde las administraciones y emprendedores locales, ¿quizá aprovechando este movimiento para crear nuevos servicios piloto?. Aprovechando también la infraestructura existente (no empecemos a hacer grandes edificios que luego quedan en desuso...) y una oferta orientada a este nuevo sector de "neorurales" que, porque no, podrían ser también todos los que algún día tuvieron que marcharse del pueblo y siguen con el deseo de volver. Toca reinventarse para aprovechar las tendencias ;-)
@Eliana gran reflexión que no tiene porque tener una sola respuesta.
Que el mundo rural esté en la agenda de muchas instituciones y empresas es muy bueno. Eso permite afrontar retos y plasmarlo en proyectos concretos. Es un gran momento para la acción; es tiempo de dejar los análisis, los grandes planes estratégicos, los mapeos, ... E ir a los hechos, a ejecutar proyectos concretos en poblaciones concretas, en generar pilotos y monitorizar y acompañar el proceso. Proyectos que puedan ser replicables en otros pueblos.
Es tiempo de colaborar, de aportar, de buscar sinergias entre distintas instituciones de distintas provincias. Dejar de verse como competencia y verse como aliados por un mismo propósito la repoblación del mundo rural de una forma ordenada, sostenible y equilibrada.
Es tiempo de que grandes empresas tengan una nueva mirada del mundo rural.
Es tiempo de oportunidades y construir de una manera creativa una nueva ruralidad que sea ejemplo de un modelo social y económico que ponga a las personas y al planeta en el centro.